31 enero 2022

¿Cuándo y cómo hay que descongelar la nevera correctamente?

¿Por qué es importante descongelar el frigorífico? Descongelar tu frigorífico con relativa frecuencia es necesario para que puedas eliminar las placas de hielo que suelen formarse cada cierto tiempo, sobre todo en las paredes traseras del congelador y de la nevera. Esto no solo garantizará el buen funcionamiento de tu frigorífico y te ayudará a prolongar su durabilidad, sino que además, resulta muy útil de cara a que puedas hacer una limpieza en profundidad de tu frigorífico con cierta regularidad.Por otro lado, una correcta descongelación y una limpieza a fondo de tu aparato realizada de forma periódica no solo te permitirá asegurarte de que su funcionamiento óptimo. También te garantizará que tus alimentos se conservan mejor durante más tiempo, ayudándote a evitar el desperdicio de comida; y, de paso, te ayudará a ahorrar energía y dinero, ya que tu nevera funcionará de manera más eficientemente y su consumo será más bajo, algo que a la larga agradecerán tanto el planeta como tu bolsillo.

¿Cuándo es conveniente descongelar la nevera?

De forma general, deberías descongelar y limpiar a fondo tu frigorífico, tanto la parte del congelador como la de la nevera, al menos una vez al año y, preferiblemente, mejor dos. En cualquier caso, dependiendo del modelo de tu frigorífico, de lo reciente que este sea y del estado de funcionamiento en el que se encuentre, puede que necesites hacerlo cada más o menos tiempo. Los frigoríficos más antiguos, aquellos que no cuentan con ningún tipo de tecnología no frost, o los que están más cerca de llegar al final de su vida útil tienden a formar placas de hielo con mayor frecuencia, así que si este es el caso de tu electrodoméstico, quizá necesites descongelarlo con mayor frecuencia.

En cuanto al momento exacto para hacerlo, lo ideal es que sea cuando tengas tu nevera lo más vacía posible. Ten en cuenta que un frigorífico lleno puede tardar en descongelarse entre 24 y 48 horas si está lleno de alimentos, ya que estos también contribuyen a mantener la temperatura en el interior del aparato durante más tiempo. Así pues, lo mejor es que realices esta tarea en un momento en el que tu frigorífico esté bajo mínimos. Ten en cuenta además, que los alimentos que guardas en el frigorífico en el momento de descongelarlo no sean especialmente perecederos, ya que en caso contrario estos pueden echarse a perder durante el tiempo que te lleve la descongelación y limpieza de tu nevera.

Cómo descongelar el frigorífico, paso a paso

  1. En primer lugar, como ya habrás podido anticipar, lo primero que deberás hacer antes de descongelar los apartados de la nevera y del congelador de tu frigorífico para poder proceder a su limpieza es dejarlos completamente vacíos. Así, tendrás que sacar todos los alimentos que conserves refrigerados en ese momento en el interior. Si en ese instante hay algún producto que necesites mantener en frío durante algunas horas más, puedes recurrir a utilizar bolsas isotérmicas o incluso una nevera portátil con hielo o bloques de congelación. 
  2. Una vez que tu frigorífico está completamente vacío, podrás proceder a apagarlo o desconectarlo de la red eléctrica. En este momento comenzará a bajar la temperatura y se iniciará el proceso de descongelación. Recuerda tener a mano una fregona y algunos paños de cocina para poder recoger rápidamente los posibles derrames de agua que se puedan llegar a producir.
  3. Cuando hayan pasado unos minutos y la temperatura ya haya bajado unos grados, puedes intentar retirar las placas de hielo de las paredes del congelador y de la nevera ayudándote con algún utensilio no metálico, para evitar dañar el interior del electrodoméstico. Una espátula de madera o una rasqueta quitahielos pueden ser de utilidad para este propósito. Retirar las placas de hielo antes de que se descongelen por completo te ayudará a evitar que se derrame el agua desde el interior del frigorífico una vez descongelada. 
  4. Con tu frigorífico vacío y libre de hielo y escarcha, es momento de retirar las baldas, cajones y otros elementos separadores y compartimentos extraíbles de tu electrodoméstico. Hecho esto, puedes lavarlos individualmente con agua tibia y jabón para la vajilla. Procura usar la parte blanda del estropajo para evitar rallarlos durante el lavado.
  1. A continuación, puedes continuar con la limpieza del interior del frigorífico. Puedes hacerlo igualmente con jabón para la vajilla y agua templada, o mejor aún, con una mezcla de bicarbonato y agua. En este último caso el bicarbonato ayudará además a blanquear las partes interiores del aparato y resulta una opción de limpieza bastante respetuosa con el medio ambiente.
  2. Recuerda prestar especial atención a la limpieza de las juntas y los elementos aislantes de la nevera y del congelador. En concreto, las gomas aislantes de las puertas de ambos compartimentos suelen ser un lugar muy dado a la acumulación de suciedad. 
  3. Si fuera necesario, puedes continuar con la limpieza de las partes exteriores de tu frigorífico, usando una vez más agua y jabón o agua con bicarbonato. Hecho esto, termina secando tanto las partes interiores como el exterior de tu frigorífico con un paño de cocina limpio. 
  4. Para finalizar, vuelve a montar las partes extraíbles del interior del aparato y conéctalo de nuevo a la red eléctrica. 

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Ten en cuenta que al estar el frigorífico a temperatura ambiente y tener que hacer un gran esfuerzo energético para conseguir bajar la temperatura interior por debajo de 0 °C, el aparato necesitará funcionar a pleno rendimiento. Así, es posible que desprenda cierto calor durante unos minutos después de su puesta en marcha. Por ello, es mejor que esperes un poco antes de volver a introducir los alimentos en el interior del frigorífico. Especialmente los alimentos más delicados o los congelados como es el caso de nuestras verduras Verleal.

Según datos de OCU.org, una capa de hielo de tan solo 3 milímetros en las paredes de tu congelador o de tu nevera puede hacer que estos aparatos incrementen su consumo energético hasta en un 30 %. Así que ya sabes, descongelando y limpiando a fondo tu nevera en el momento adecuado no sólo estarás ayudando a que funcione mejor, sino que también estás contribuyendo a crear un mundo más sostenible. Y, como no, tendrás el frigorífico siempre a punto y dispuesto para guardar tus verduras congeladas Verleal

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